El personal que laboraba con la empresaria, entre ellas el exmayordomo Simeón Huarcayo, contó que ella realizaba a menudo rituales de magia. Según su declaración, una de sus compañeras en esto habría sido una jueza muy amiga suya llamada Ana Luzmila Espinoza.

Jorge Luis Seminario, empleado de la empresaria y de la madre de esta, recuerda también la afición de Ana Luzmila Espinoza por esos rituales.

A pocas horas del asesinato se encontró recortes periodísticos con las fotos de la hoy procuradora antidrogas Sonia Medina sobre un plato metálico. Ella aparece al lado de un cuerno de toro, junto con restos de canela, sal y algún preparado. También está la imagen de San Cipriano, conocido por ser patrón de los brujos y las malas artes.

Detrás de la procuradora está la imagen de Víctor Salas Coveñas, un exsecretario de la jueza Espinoza, amiga cercana de Fefer, y de Óscar Salas, otro asistente judicial de la entonces magistrada.

Según informó Cuarto Poder, Víctor Salas contó a la Oficina de Control de la Magistratura que la jueza Espinoza habría tenido vínculos con el narcotraficante de origen israelí Zeev Chen.

Espinoza fue expulsada del Poder Judicial, porque se sospechaba que había negociaciones entre ella y el narcotraficante. Quien estuvo detrás de cada detalle para sancionar a la jueza fue la procuradora Sonia Medina.

Se cree que Espinoza negoció con Zeev para que le rebaje una condena. Fefer también habría tenido vínculos con el israelí.