La empresaria Myriam Fefer tenía el deseo de que su patrimonio sea dividido por igual entre sus hijos Eva y Ariel Bracamonte, una vez que ambos alcanzaran la mayoría de edad.

Así lo reveló el abogado Pinkas Flint, amigo de la víctima, durante su interrogatorio como testigo en el juicio que afronta las jóvenes Eva Bracamonte y Liliana Castro, y el colombiano Alejandro Trujillo por el asesinato de la empresaria.

El letrado señaló que su amiga Myriam Fefer se vio afectada cuando su hija Eva viajó a Israel, debido a que esta no se comunicaba con ella.

Precisó que Eva viajó a Israel debido a que había sido suspendida por un año en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), a causa de un disturbio en el que participó.

Además, el letrado remarcó que se enteró de la muerte de su amiga la empresaria por medio de una llamada cuando se encontraba en su estudio, por lo que luego ofreció a sus hijos apoyo legal a través del abogado Alberto Webster, que no fue aceptado por decisión de Eva Bracamonte.

Remarcó que se alejó de Eva y Ariel al sentirse resentido porque ellos en sus declaraciones por el caso lo vincularon sentimentalmente con su fallecida madre.