Los efectivos de la comisaría de La Pradera, en La Molina, trabajan en pésimas condiciones, tanto así que atienden al público en un container.

En este centro policial los techos están a punto desplomarse, los camarotes están rotos y las paredes son ladrillos apilados que constituyen un gran peligro.

Los vecinos del lugar están indignados por la situación ya que fueron ellos quienes donaron el local y los ladrillos para que se construya un adecuado centro policial.