Según el diario ‘Trome’, tras la pelea, el joven fue a buscar a su pareja, Fernanda Iscelle Lora Paz (18), en la Universidad San Ignacio de Loyola, facultad de Psicología.

“Estoy harto del trato que me dan mis padres… Mi madre es una vieja loca”, le dijo a la joven y luego ambos regresaron a la vivienda de él. Allí se desató la tragedia.

La DIRINCRI confirmó que Fernanda Lora escuchó los gritos de la víctima y al bajar del dormitorio a ver qué sucedía, observó cómo el joven estrangulaba a su madre adoptiva.

Luego, el muchacho bajó al primer piso y mandó a su empleada Gloria J.G. (16) a comprar un Red bull en una panadería a cuatro cuadras, cuando había una tienda a pocos metros.

Aprovechando que estaban solos, cambiaron de ropa al cadáver, lo metieron en una bolsa y colocaron en la maletera de la camioneta RAV4, de placa R0R-013, de propiedad de la víctima. Luego, la dejaron estacionada a pocas cuadras de su casa, adonde regresaron a pie.

En el inmueble, la empleada quiso limpiar el cuarto de su patrona, pero Marco Arenas le dijo que la señora había salido y la habitación estaba cerrada. Al día siguiente se fueron en la camioneta hasta un club privado de La Molina y compraron combustible para quemar el cuerpo.