Fue en ese momento que unos sujetos a bordo de un moderno automóvil le interceptaron subiéndolo al vehículo para luego darse a la fuga con rumbo desconocido.

Horas después, su madre, Noriko Tanaka, recibió la primera llamada de los plagiarios, quienes le solicitaban medio millón de dólares por su liberación.

Desde ese día, nada se sabe del paradero de Álvaro. Han pasado 15 días. La familia optó por el silencio.

Para la Policía Nacional, los secuestradores se equivocaron de objetivo. La madre del menor, que es divorciada, no cuenta con la exorbitante suma que los delincuentes exigen.