La inusitada celeridad del gobierno por la renuncia de César Villanueva al premierato no logró acallar la crispación política frente a la “intromisión” de la primera dama.

No solo la oposición dejó constancia de su fastidio. También lo hicieron aliados de Perú Posible como Juan Sheput, y hasta el parlamentario oficialista Roberto Angulo.