Una adolescente vivió tres años con un pedazo de madera, de casi 7 cm. de largo, incrustrado en sus partes intimas.

El accidente se produjo cuando jugaba junto a su hermana, en Cajamarca, en un árbol. Producto de ello, se cayó y una estaca se le incrustró. Su hermana trató de curarla manualmente, sin llevarla a un centro médico.

Tres años despúes, tuvo que venir a Lima para que le extraigan la estructura. Afortunadamente, tras largas horas de operación, los doctores pudieron ayudarla.