Harold Flores Acuña, un joven pintor amante del arte, asesinó a su propia madre, Carolina Acuña Acuña (49), porque, según la Policía, ya estaba harto de atenderla, pues la mujer no podía caminar.

Acuña Acuña usaba una silla de ruedas y siempre necesitaba de la ayuda de su hijo para ir a su habitación, fue en uno de esos momentos que Harold la estranguló.

Una vez cometido su crimen, el joven huyó de su casa, pero no pudo soportar la culpa y le mandó un mensaje de texto a su hermana pidiéndole perdón.