Ella ingresó a trabajar a la Comisión de Indultos y Gracias Presidenciales en la gestión de Miguel Facundo Chinguel, cuestionado expresidente de ese grupo. Su cargo era de facilitadora, es decir, promotora entre los presos de los beneficios penitenciarios penitenciales.

Estuvo en prisión hasta en tres ocasiones, siempre por microcomercialización de pasta básica de cocaína. La última vez se le encontró con 76 quetes y se le sentenció a cuatro años, pero se le conmutó la pena a un año y nueve meses de prisión durante la gestión de la ministra Rosario Fernández.

En noviembre de 2009, cuatro meses después de haber salido de la cárcel, fue convocada para trabajar como promotora de la Comisión de Indultos que presidía Miguel Facundo y que poco antes le había ayudado a conseguir su libertad, según un reportaje de Cuarto Poder.

Por su lado, Facundo explicó que desconocía de los antecedentes de esta señora.