A pesar de haber encontrado suficientes evidencias de la comisión del delito de lavado de activos y por esa razón denunció a Eva Fernenbug, suegra de Alejandro Toledo, y a David Eskenazi, exapoderado legal de esta ciudadana belga, la fiscal Elizabeth Parco decidió el último jueves “reservar” la acusación contra el expresidente, su esposa Eliane Karp, su exjefe de seguridad presidencial Avraham Dan On y el empresario Josef Maiman.

Según el polémico dictamen N° 77-2013, Fernenbug debe ser procesada judicialmente por ser autora del mencionado delito, y Eskenazi por complicidad, en las adquisiciones de dos inmuebles por US$4’632,400, cuyo origen hasta el momento es desconocido y del cual la fiscalía tiene la presunción de que es ilícito. Para ambos se pidió “comparecencia restringida” durante el juicio.

La acusación se basa principalmente en las versiones contradictorias y sin asidero que dieron los investigados para tratar de justificar la legalidad de la procedencia de los fondos. Esto quedó en evidencia al ser contrastados con documentación bancaria y empresarial proveniente de Costa Rica y Panamá.