En Lima hay más de 10 mil viviendas protegidas por alarmas, canales cerrados de televisión, entre otras medidas de seguridad. No obstante, esto no es suficiente para enfrentar a la delincuencia que a diario se registra en nuestra ciudad.

Los hampones antes atacaban con mayor frecuencia los hogares de clase media, pero hoy apuntan a las zonas acomodadas de la capital, informó el diario El Comercio. No es casualidad que las empresas de seguridad privada tengan mayor demanda de sus servicios en Surco, La Molina y San Borja.

El ‘boom’ inmobiliario que vive el país y el aumento de créditos hipotecarios también influye en la necesidad de protección, según la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg). El 20,2% de los 61.316 robos cometidos en 2011 fue en viviendas, según el Observatorio de la Criminalidad.

“Pero ningún sistema tecnológico frustra los robos, los resultados se harán visibles solo con una repuesta de las autoridades”, indica el director de márketing de Verisure, Eduardo Alcérreca, citado por el mencionado diario.

Un seguro convencional para una casa cuesta S/.750. La mayoría solo cubre pérdidas de bienes si antes fueron inventariados. De otro lado del dos de cada tres denuncias de 2000 a 2012 fue por robo de bienes.

Fuente: El Comercio