Cecilia Maurtua, especialista comercial de Sedapal, refirió que llenar una piscina portátil equivale a 15 días de consumo familiar de agua en zonas periféricas.

En distritos como La Victoria, Rímac, Independencia, Surquillo y en la zona de los Barrios Altos (Cercado), así como en Carmen de la Legua, La Perla y Bellavista, en la provincia constitucional del Callao, se observó la instalación de estas piscinas y el desperdicio de agua durante el primer domingo de carnavales.

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“El agravante es que en la mayoría de los casos estas piscinas se llenan utilizando agua de conexiones clandestinas o de conexiones que no cuentan con medidor, e incluso, vandalizando grifos contra incendios”, alertó.

Maurtua recordó que en febrero del año pasado se registró unos 120 mil metros cúbicos de agua potable desperdiciados, y por ello exhortó a la población a hacer uso responsable, considerando que nuestra ciudad capital está ubicada en un desierto.

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“Los juegos de carnavales en febrero con piscinas, globos y baldes pueden representar un derroche de hasta 120 mil metros cúbicos de agua potable, lo que equivale a llenar más de 30 piscinas olímpicas”, precisó la especialista.

Detalló que una persona que juega con carnavales utiliza en promedio 10 baldes con agua al día, si cada balde contiene cuatro litros de agua potable, entonces estará gastando 40 litros en un solo día y si lo multiplicamos por cuatro domingos serán 160 litros. En tanto, al jugar con 6 globos llenos de agua, se derrocha un litro de agua potable.

Fuente: Agencia Andina