El temible can que saltó a la fama tras matar a un delincuente y que luego se convirtió en un reconocido miembro policial, ahora evalúa a sus posibles sucesores que patrullaran en las calles.

Hoy en día Lay Fun tiene once años, unos 77 en la vida humana, y desde agosto del 2011 fue dado de baja del escuadrón canino por una displasia en la cadera que no le permite entrenar.

Este problema causa que se le duerman sus miembros posteriores, que no pueda caminar y hasta podría quedar inválido, indicó el veterinario de la policía, informó ’24 Horas’.