Según explicó a la Agencia Andina, la solicitud de retorno ya fue planteada a las autoridades ecuatorianas y dependerá de ellas la fecha para que esto se concrete.

Dijo que al tratarse de un instrumento que sirvió para cometer un delito (encubrimiento personal y fuga), corresponde que este sea incautado y decomisado, y no será parte del pago de reparaciones civiles pendientes por corrupción.

“Entrará directamente a ser patrimonio del Estado. Una vez que retorne el CONABI tendrá que disponer su subasta o asignación, no creo que el Estado lo necesite o quizá sí, pero lo más probable que es proceda a subastarse”, precisó.

Arbizu recordó que tiempo atrás recibieron información desde Ecuador que un velero con características muy similares al Karisma se encontraba en las islas Galápagos, por lo que se procedió con las indagaciones.

Tras los fuertes indicios de que sí era la nave, se dispuso un peritaje con expertos de Ecuador y Perú que concluyó que sí se trataba de Karisma, pero que había sido maquillada con otra matrícula y otro nombre: “Gipsy”.

Precisó que la nave estuvo en posesión de la empresa Namibia S.A, una persona jurídica particular y que la Marina de Guerra de Ecuador ha brindado el respectivo resguardo y apoyo para el traslado y la ejecución del peritaje.