Pidió a los progenitores pasar más tiempo con sus hijos.

Cipriani indicó que ha vuelto a ver con preocupación que el Día del Padre se convierte en un negocio o en una fiesta, donde lo último que importa es el papá y que más bien se prioriza la venta de televisores, viajes, carros o artefactos.

“La excusa es el papá. Esa desviación de que todo el cariño y respeto tiene forma de comida, o de carro está muy mal. No somos materiales. El papá quiere la alegría de ver a su hijo que se va realizando y que la esposa esté con él”, anotó en RPP.

Si bien saludó a todos los padres de familia peruanos en vísperas de su día, los exhortó a dedicar más tiempo a su familia y a la educación de sus hijos.

“La fiesta del padre también es la fiesta de la familia. Al papá muchas veces hay que pedirle más tiempo en la casa. Ahora se habla, como para disimularlo, de ‘calidad de tiempo’ para mi hijo. ¡No seamos cínicos! No se trata de calidad de tiempo, se trata de que participes y acompañes con tu ejemplo en toda la vida de tus hijos”, mencionó.

El arzobispo de Lima reflexionó sobre la importancia de respetar y defender el valor de la verdad en la sociedad del siglo 21, para evitar situaciones de conflicto y violencia.

“Quien engaña, hace que la vida se vuelva violenta y que nos volvamos inhumanos. La mentira se ha instalado en el hogar, en la justicia y en el ambiente de las calles. Yo no saco nada con el incremento del Producto Bruto Interno, si seguimos estando en un ambiente en que prima la mentira, el abuso y la prepotencia; y donde se premia a quien engaña mejor”, refirió.

Fuente: Andina