“Era un empresario honrado y no tenía problemas con nadie”, dijo a los periodistas este pariente, que prefirió no identificarse y que llegó a la Morgue Central de Lima para el reconocimiento del cadáver y su posterior velorio y sepultura.

Hasta allí también llegaron los padres del occiso, quienes se negaron a declarar a la prensa. Como se recuerda, Quintana Bardelli, de 45 años, fue ultimado a balazos el último miércoles en la avenida Aviación, en el distrito de Surquillo.

Según la Policía Nacional, el empresario tenía varias denuncias por delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, amenaza de agresión con arma de fuego y exposición de abandono de personas en peligro. En 1996 tenía una requisitoria por tráfico ilícito de drogas.

Incluso, una investigación lo vinculó a una mafia de obtención irregular de pasaportes comunitarios, en complicidad con una funcionaria de la Embajada de Italia. Su registro migratorio contiene numerosos viajes a Colombia y Panamá.