En un operativo, personal de serenazgo y de Fiscalización de la comuna descubrieron que en los sótanos de los mismos se habían acondicionado precarias habitaciones separadas por cartones, triplay y otros materiales, donde se ejercía la prostitución clandestina.

Por lo menos una veintena de mujeres en prendas íntimas, entre ellas una menor de edad, fueron descubiertas en estos lugares y llevadas a la comisaría local.

Además del cierre de los establecimientos, el personal encargado del operativo destruyó e incineró todo lo hallado en esas habitaciones como colchones, frazadas y sábanas.