Según ‘Hildebrandt en sus trece’, el ciudadano extranjero llegó al Perú por primera vez el 3 de noviembre de 2013 procedente de Brasil. Luego viajó a Yurimaguas, donde se casó con su novia peruana, Carmen del Pilar Carrión. El 11 de marzo de este año volvió a Brasil, mientras que su esposa retornó a Estados Unidos, donde vive.

Cinco meses más tarde, el 9 de julio, Hamdar regresó de Brasil usando un pasaporte de Sierra Leona donde aparecía con el nombre de Muamad Amadar, una identidad falsa, la misma que utilizó para casarse con su esposa, Carmen Carrión. Allí la Policía peruana comenzó a seguirle los pasos, a pedido de la agencia de inteligencia israelí.

Mossad le había advertido que Hamdar era un posible miembro de Hezbolá, partido político libanés que cuenta con el respaldo de Irán y que ha sido etiquetado como una organización terrorista por Estados Unidos, Israel y otros países aliados.

Fuentes de la Policía aseguran que la prueba más contundente para proceder con su captura fue el hallazgo de restos de pólvora en una bolsa de basura dejada por Hamdar en la puerta de su casa. Sin embargo, para el Tercer Juzgado Penal Especializado en Crimen Organizado las pruebas fueron insuficientes para ordenar su detención.

Lo extraño es que la Unidad de Explosivos de la Policía (UDEX) no encontró en la casa del libanés rastros de explosivos, armas o dispositivos que pudieran ser utilizadas para actividades a la confección de armas o bombas. Por el momento, la única prueba contundente contra Hamdar es que entró al país con documentos falsos.

Durante los interrogatorios, Muhammad Ghaleb Hamdar reconoció que recurrió a simpatizantes de Hezbolá para conseguir un pasaporte falso para viajar al Perú y que nunca le plantearon cometer un atentado. Dice que se dedica al comercio de telas y llegó al Perú por primera vez para casarse.