Están en pie de lucha. Varios municipios de la capital, entre ellos, el de Ate Vitarte, han decidido declararle la guerra a los organizadores de las denominadas fiestas Arcoíris.

Las autoridades de este distrito han realizado diversos operativos y clausuraron varias discotecas donde se realizan este tipo de actividades.

En estos locales, los menores, cuyas edades fluctúan entre 11 y 16 años de edad, son expuestos a bebidas alcohólicas y drogas. Además serían motivados a participar en estas ya famosas fiestas, donde el sexo oral es la principal característica.

A pesar de este trabajo municipal, los organizadores no están dispuestos a ceder y burlan los enormes bloques de concreto, colocados en las entradas principales de sus locales, con puertas improvisadas.

En las denominadas fiestas arcoíris, las mujeres se pintan los labios de distintos colores y van practicándole sexo oral a varios jóvenes. Gana “el concurso” el chico que tenga más colores en su miembro viril. Todo este “juego” se realiza sin protección alguna.