Eva Bracamonte sufrió una fuerte crisis nerviosa y se desmayó durante la lectura de sentencia por el crimen de su madre, la empresaria Myriam Fefer, ocurrido en el 2006.

Inicialmente la joven se desmayó en su silla, algo de que lo se percató la relatora. Tras varios minutos de demora, recibió la asistencia médica, pero luego empezó a sufrir convulsiones.

En ese momento la relatora de la Segunda Sala Penal para Reos en Cárcel leía los argumentos finales del fallo del caso, donde se determinó que el móvil del asesinato no fue el robo.

El tribunal también determinó que el colombiano Alejandro Trujillo Ospina no ingresó a la vivienda de Fefer por la ventana del baño, sino por la puerta principal y con ayuda de terceros.