Eva Bracamonte describe su día a día en breves y dramáticos relatos, que tratan de anécdotas y desesperanza que se mezclan en una rutina impredecible, en el interior del penal de Santa Mónica de Chorrillos.

Los relatos de la joven, donde sus protagonistas se adaptan a duras penas a una realidad impuesta, se trata de la metamorfosis vivida por esta joven en los más de tres años que lleva ya de reclusión.

Eva cuenta sobre su encierro y describe a cada protagonista. Ella dice que “a las nueve de la noche es el “encierro” (…) Y que los cuartos miden menos de dos metros por uno ochenta y en cada uno duermen dos personas”.

Escribió un triste relato sobre una de sus compañeras de celda, Ceci, quien falleció de cáncer al estómago. “En esa época estaba Ana cerca de nuestras vidas y gracias a Dios logró que a Ceci le dieran un indulto humanitario dos semanas antes de que muera, en su casa, con su esposo y sus hijas”.