En una lista de firmas que fueron depuradas del primer lote de rúbricas que el promotor Carlos Vidal Vidal y su grupo presentaron al Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (RENIEC) para la revocatoria de la alcaldesa Susana Villarán, se detectaron 10 mil 213 signaturas, cuyo documento nacional de identidad (DNI) se encontraba inactivo.

Esto solo significaba una cosa: que pertenecía a un recluso o a una persona fallecida; personas que, por más que quisieran, no habrían podido suscribir planillón alguno, pues las firmas para este proceso recién comenzaron a recolectarse el 3 de enero.

Así, en una revisión rápida a esa base de datos, se encontró el primer DNI inactivo. Se trata del piurano Segundo Francisco Tume Ordinola, quien según la ficha del RENIEC falleció hace ocho largos años. Para ser más exactos el 11 de agosto del 2004 a causa de una larga y penosa enfermedad.

Según informó La República, que acudió a Máncora y encontró al hermano del difunto Pedro Atilio Tume Ordinola (58), quien tras la sorpresa inicial pidió a las autoridades no minimizar el hecho y castigar a los responsables de lo que calificó como “un hecho ruin”.

Asimismo, se descubrió los DNIs inactivos de Zoilo Malquichagua Suárez, quien murió el 15 de setiembre del 2011; así como los de Rafael Teodomiro Suárez Amaya, quien fallecido el 22 de julio del 2011, y el de Faustino Ramírez López, quien perdió la vida el 5 de diciembre del 2005.