La fecha se eligió vía Internet, coincidiendo con la muerte en 2009 de Socks, el gato que la hija de Bill Clinton recogió de la calle y llevó a la Casa Blanca.

Socks fue el gato de la Casa Blanca entre 1993 y 2001, y fue tan famoso en su momento que el mismo Clinton varias veces tuvo que pedir a los paparazzis que lo dejaran en paz.