El primer bebé fue contagiado por una seudomona aeruginosa, un virus intrahospitalario, días después de salir de cuidados intensivos.

Pero quien se llevó la peor parte fue la pequeña Natalia Guisela, quien después de ser operada de un problema gástrico, fue envuelta en una colcha térmica que terminó quemándole todo el cuerpo.

“Mi hija se quemó en tercer grado, y lo que me dijeron fue que sólo fue una insolación. Me engañaron”, dijo Edwin Tello.

Según los indignados padres, los directivos de la clínica reconocieron verbalmente su error, pero no oficializaron en un documento la presunta negligencia.

Ellos han interpuesto una denuncia contra la clínica San Pablo en la comisaría de Monterrico.