El Cristo del Pacífico, una escultura de 37 metros de altura, fue inaugurado en un cerro colindante al morro solar, en una ceremonia, el 11 de junio del 2011, durante el segundo gobierno de Alan García. Seis años después, esta obra y sus alrededores parecen reflejar la pésima reputación que hoy ostenta Odebrecht, su principal donante, involucrado en el vergonzoso caso de corrupción continental.

Como se puede apreciar en imágenes difundidas por “Cuarto Poder”, el recinto que acoge esta enorme obra luce descuidado y maltratado. La escultura ha sido pintada con grafitis alusivos a Alan García y también a Odebrecht. Además, en los pasillos del interior de la escultura hay excremento y orines.

Bancas tiradas en el piso, suciedad, mugre por todos lados y el olor nauseabundo hacen que una visita a lo que se suponía iba a ser un atractivo turístico sea por lo menos desconcertante.

Para la construcción del Cristo del Pacífico, Odebrecht donó 833 mil dólares y García donó 25 mil. Actualmente, el municipio de Chorrillos tiene que destinar parte de su propio presupuesto para pagar los casi 600 soles mensuales que genera el juego de luces de colores que la enorme estatua ostenta por las noches.