Después de un mes y tres operaciones, parece haber llegado un milagro para la familia Orellana, pues el pequeño Thiago ya puede mover las manitos ante el pedido de su padre, quien con amor y cariño lo incentiva a seguir.

Tras el accidente que sufrió en la playa Waikiki, al ser impactado por una roca, en la Costa Verde, en Miraflores, el pequeño empezó a recuperarse de a pocos.

Desde hace dos semanas se le ha empezado a quitar los sedantes y con ello Thiago recobró el movimiento en sus extremidades.