Minutos antes, los efectivos del orden llegaron hasta el lugar a pie y en tanquetas, premunidos de escudos antimotines y armas no letales, para impedir que turbas impidan el operativo dispuesto por la Municipalidad de Lima, como ocurrió el pasado jueves.

Los policías incluso lanzaron algunas bombas lacrimógenas para dispersar a algunos elementos que comenzaron a lanzar piedras, pero que rápidamente fueron reducidos con la fuerza policial que avanzaba lento pero firme.

Mucho de los comerciantes optaron por ingresar y permanecer en el local del exMercado Mayorista No. 1, porque se resisten trasladarse el nuevo centro de abastos de Santa Anita, mientras los trailers traían los bloques de concretos hasta la zona.

Cada vehículo transportaba tres bloques de concreto y cemento, y con ayuda de una grúa de gran tonelaje, comenzaron a ser colocados en las vías que la Municipalidad de Lima declaró como zona rígida.

Algunas de esas vías con esa condición son las avenidas 28 de Julio, Bausate y Meza, Isabel La Católica y San Pablo, así como los jirones Hipólito Unanue y Sebastián Barranca.

Estos bloques de concreto impedirán que los camiones pesados (con productos perecibles) ingresen a La Parada, debido a que ese centro de abastos ya no es más el mercado mayorista N° 1 de Lima, sino que será reemplazado por el nuevo mercado de Santa Anita.