“La privacidad y bienestar de nuestros clientes es sumamente importante y pedimos nuestras más sinceras disculpas con la señorita Eva Machado”, expresó en el documento.

Asimismo, Chilis Perú, si bien consideró que se trata de un “incidente aislado”, se lo tomó muy en serio, por lo que decidió aplicar los correctivos del caso para que no se vuelva a repetir un hecho así.

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“Luego de una investigación profunda, la persona involucrada ya no forma parte de nuestra empresa”, señaló Chilis en el comunicado.

“Vamos a continuar asegurándonos que Chili’s Larcomar sea el mejor lugar para que la familia y amigos se junten alrededor de una comida deliciosa”, concluyó la empresa.

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Eva Luna señaló en su publicación que acudió al establecimiento para denunciar la conducta de su empleado, identificado como Jonathan Díaz, aunque la respuesta que recibió solo le generó más indignación.

“La Srta. Jacqueline Quintana Oré, gerenta de tienda, me ofreció disculpas por el hecho y me dijo que ella no podía prohibirle a los chicos del local que le pidan el teléfono a las chicas. Que la política de la empresa era ‘ser amable’ y que por eso él me estaba buscando la conversación (…) Yo me pregunto: ¿Ser amable es sustraer el número de las clientas? ¿Ser amable significa recibir una llamada a la 1 a.m. por un extraño que es trabajador de su empresa?”, indicó.