Abandonados, tambaleantes, desorientados y con un olor nauseabundo, se puede observar a varios grupos de gente de malvivir ‘en plena sesión’. Toda una batería delincuencial que le explota a la ciudad en pleno rostro.

Según reporte especial de ATV Noticias, entre piedras, basura y arbustos, la venta de drogas al menudeo ocurre de día y de noche a la altura de la avenida Morales Duárez, en el Callao.

Cada kete o ‘queso’ de PBC es vendido aquí a un sol y es común observar a sujetos como estos consumiendo los alucinógenos. Estos caso también se pueden apreciar a la ribera del río Rímac, la cual se ha convertido en guarida de todo tipo de personas de mal vivir.