Luego de pasar toda la tarde festejando el día de la madre en una fiesta a la altura del kilómetro 6 de la Carretera Central, regresaba a su casa cuando fue interceptado por dos hombres que lo asaltaron.

Los delincuentes escaparon, uno se resbaló y cayó al suelo, situación que Pedro aprovechó para lanzarle una piedra, la misma piedra con la que fue asaltado.

El serenazgo llegó al lugar y logró capturar a Juan Alfredo Gutiérrez, el otro asaltante, que aún tenía en sus bolsillos el celular de Pedro.