Frieder Porras, secretario general del sindicato de trabajadores de esa empresa (Sintralcorpsa), y los demás miembros, por su lado, sólo han logrado mejoras en el jornal diario de 1.60 soles en los últimos tres años. Y eso gracias a las arduas negociaciones del sindicato.

A Porras, los 39 soles que recibe de jornal no le permiten hablar de ningún milagro económico.

“Antes de la creación del sindicato, los aumentos que se daban eran de 15 o 20 centavos. Yo recuerdo que a fines del 2006, en una reunión con los trabajadores, el gerente gen eral dijo que no era política de la empresa dar aumentos generales”, dice Francisco Benito, miembro de la comisión que ahora negocia en el Ministerio de Trabajo el pliego 2012-2013.

“Ese año, 2006, el gerente dijo que a la empresa le había ido muy bien pero que no iba a haber ningún aumento de salarios porque estaban aplicando ‘políticas de austeridad’”, recuerda Frieder Porras.

Al año siguiente se creó el sindicato que hoy afilia a 236 empleados de las ocho plantas de Lima. Allí trabajan 3.500 personas.

“A la fecha hay discriminación sistemática en los jornales de los trabajadores sindicalizados, frente a los que no lo están. La diferencia es de hasta 10 soles, siendo el mismo puesto, las mismas labores e incluso el mismo tiempo de servicios. La empresa, además, invita siempre a renunciar al sindicato y una vez que el empleado accede, automáticamente le da el aumento”, dice Francisco Benito, trabajador sindicalizado de Alicorp, a Hildebrandt en sus Trece.