“Mi labor era el seguimiento. Ese día nos mandaron a nosotros (a ella y al comandante Julio Becerra, el agente ‘Ardilla’) con un sol, chizitos y gaseosa”, expresó al recordar que cada mes cambiaban de apelativo para evitar ser identificados.

El día de la captura, el 12 de setiembre de 1992, recordó que los entonces mayores Benedicto Jiménez y Marco Miyashiro les ordenó ’marcar’ la vivienda tras la llegada de una visita, a fin de evitar la posible fuga de ’Cachetón’ (apelativo con el que se lo conocía a Guzmán).

“Nos mandaron como pareja por tratarse de una zona residencial. Nos dijeron que debíamos demorarnos un montón, que teníamos que hacerla ‘larga’. Para nuestra suerte el objetivo (Abimael Guzmán) ya estaba saliendo”, refirió.

Tras ello, se ordenó intervenir la vivienda. ‘Gaviota’ tuvo que hacer disparos al aire para reducir a Maritza Garrido Lecca, mientras Becerra se encargaba de su pareja sentimental, Carlos Incháustegui, otro alto mando senderista de la cúpula.

“Eran ellos o nosotros. Maritza se asustó y aprovechando eso, los tiramos al suelo. Una vez hecho, yo me quedé con ellos y ’Ardilla’ subió y encontró a ‘Cachetón’. Después llegaron los demás. Fue el sacrificio de los 82 miembros del GEIN”, recordó.

Garzón Pérez no se ruboriza en admitir la situación novelesca que vivió junto a ’Ardilla’, con quien se casó años después. “Del odio al amor hay un paso”, dijo al precisar que el comandante Becerra sigue combatiendo al terrorismo y ha sido destinado a la selva.

“Seguimos igual. La única satisfacción que tenemos es que cumplimos con nuestro país. Como dijo el general (Marco) Miyashiro: ’Misión cumplida’. No podemos permitir que vuelva el terrorismo con Movadef, se debe cortar de raíz”, anotó.

Tras la desactivación del GEIN, ‘Gaviota’ siguió trabajando con Benedicto Jiménez en el Departamento de Pacificación Nacional del Servicio Nacional de Inteligencia (SIN). De ahí pasó por diversos sitios, incluyendo la Dirección de Turismo en el Cusco. Hace dos años pasó al retiro luego de 25 años de servicio.

Por: Christian Tinoco (@josechris)