La literatura y el cine nos llenaron de historias sobre vampiros, monstruos sensuales y chupadores de sangre que aterrorizaron a muchos pueblos pequeños y aldeas.

Pero, ¿sabía usted que la realidad está llena de “vampiros” también? Bien, tal vez ellos no se conviertan en murciélago, pero sí comparten la característica más importante y conocida con estos personajes ficticios: la sed de sangre.

El vampirismo clínico es la enfermedad mental caracterizada por la excitación sexual asociada con una necesidad compulsiva de ver, sentir o ingerir la sangre existiendo o no el autoengaño creencial de ser un vampiro.

A continuación te presentamos un listado con diez asesinos que se llegaron a creer “vampiros” y sus historias son verdaderamente horripilantes y crueles. Algunos no tuvieron reparos en confesar sus crímenes, mientras que otros se enfrascaron en la locura.