Sin embargo, con frecuencia también es un indicador de la atención y el dinero que invierten los Estados en la ciencia. Nada más lejano de la realidad.

En 1896 el ingeniero y químico sueco Alfred Nobel, el inventor de la dinamita, nacido en 1833 en Rusia, indicó que sus bienes se convirtieran en valores, cuya renta se liquidaría en forma de un premio anual, en su nombre, a científicos: los autores de los más importantes descubrimientos en la física, la química, la fisiología y la medicina, así como a las personas alcanzaran mayores éxitos en la literatura y la lucha por la paz.

El proyecto de Estatutos del Comité Nobel fue adoptado por el Riksdag (el Parlamento sueco), pese a muchas objeciones. Los opositores señalaban que el otorgamiento de dichas primas, daría lugar a todo tipo de maquinaciones.

En primer lugar se ubica Estados Unidos, con 356 premiados, seguido por Reino Unido (121), Alemania (104), Francia (59), Suecia (29), Suiza (25), Rusia (23), Canadá (22), Austria (21) e Italia (20).