Se trata de prisiones radicadas en pequeñas islas que están ubicadas en la costa de Italia, en las que el país albergó por mucho tiempo a los criminales más buscados y temidos.

Gracias a su intacta belleza natural, estas antiguas colonias penales se constituyeron en lugares paradisíacos: “pocos turistas, playas inmaculadas y abundancia de flora y fauna”, tal como señala CNN.

-Montecristo, Toscana: Es el archipiélago que inspiró la novela de Alexander Dumas, El conde de Montecristo. Si alguna vez fue un lugar de difícil escapatoria, por estos días se convirtió en una zona de difícil acceso.

Fue declarada “reserva biogenética” por la Unión Europa. Mientras que en el siglo XIX fue una colonia penal, ahora es el hogar del guardián solitario de la isla, que vive con algunas cabras y focas. Sólo se permiten 1.000 visitas al año.

-Pantelleria, Sicilia: Es una isla volcánica que está más cerca de la costa tunecina que de Italia. A lo largo de la historia fue un centro mediterráneo estratégico para los comerciantes romanos y fenicios. Luego fue ocupada por los españoles, quienes establecieron una prisión. Tiene una tierra tan fértil que produce excelentes vinos.

-Capraia, Toscana: Sus orígenes volcánicos se vislumbran en acantilados rojizos. Esta cárcel recién cerró en 1986, y sus antiguos calabozos ahora forman parte de una de las atracciones turísticas más buscadas. Es un lugar ideal para bucear, ya que es un parque marítimo protegido.

-Santo Stefano, Lacio: Consiste en una enorme fortaleza de prisión construida sobre una “roca negra” por los borbones españoles en el siglo XVIII. Su estructura busca representar un tenebroso “círculo del infierno”.

Sus celdas tenían ventanas, pero éstas sólo daban hacia adentro, de modo tal que no permitían a los reclusos observar el mar. Esta cárcel fue habitada por miles de personas que se oponían a la realeza. Pero más tarde, ya en el siglo XX, estuvo ocupada por opositores al fascismo.

Es por eso que uno de los padres fundadores y presidentes de la Italia moderna, el socialista Sandro Pertini, fue enviado aquí por su enemigo: il Duce Benito Mussolini.

-Gorgona, Toscana: Se trata de la única isla italiana que todavía hoy funciona como cárcel, donde los reclusos trabajan en viñedos y granjas. Su paisaje paradisíaco está compuesto por una plétora de arbustos. El archipiélago es un lugar ideal para observar ballenas y delfines. Sólo está permitido el ingreso de 25 personas por día.

-Ventotene, Lacio: Se encuentra a mitad de camino entre Nápoles y Roma. La prisión funcionaba en tiempos romanos y fue el lugar a donde el emperador Nero envió a su esposa en el siglo I bajo la acusación de adulterio.

Pero esta también fue un lugar al que Mussolini envió a muchos de sus acérrimos opositores. Entre ellos, Altiero Spinelli, uno de los padres teóricos de la Unión Europea. Las antiguas celdas se transformaron en casas de verano y es uno de los sitios de buceo más populares de Italia.

-Asinara, Cerdeña: Como las demás, alguna vez fue una colonia penal, pero actualmente funciona como un parque protegido con más de 650 especies de animales: entre ellos están los burros albinos.

-Ponza, Lacio: Es una de las islas más bellas del Mediterráneo. Esta vez fue a Mussolini al que le tocó habitar esta prisión durante varias semanas en 1943, una vez derrocado y arrestado.

-Pianosa, Toscana: Cárcel de máxima seguridad, fue cerrada en 1998 y albergó a muchos de los criminales más temidos de la mafia italiana. Era, de hecho, llamada la “isla del diablo” por los propios convictos. El sobrino del emperador Augusto fue encarcelado y sentenciado a muerte aquí en el año 14 d.C.

-Favignana, Sicilia: Tiene forma de mariposa y fue habitada por miles de libios, luego de que Italia invadiera Libia en 1911. Es conocida por sus profundas cuevas de rocas calcáreas.

Fuente: Infobae.com