Un monumento es toda obra, preferentemente arquitectónica, con algún valor artístico, histórico o social para el grupo donde se erigió.

De forma inicial, el término se aplicaba exclusivamente a la estructura que se construía en memoria de un personaje o de un acontecimiento relevante, pero su uso fue extendiéndose y ha llegado a comprender cualquier construcción histórica enclavada en un núcleo urbano o aislada en el medio rural.

En la antigüedad, el término se atribuía especialmente a obras funerarias y, durante el Imperio romano, era el dedicado al emperador y su corte, tratándose por lo general de una estatua o un obelisco.

La primera referencia de «monumento histórico» de que se tiene constancia fue en Francia hacia 17902 y su uso fue generalizándose, académica y técnicamente, en los países europeos al abordar las distintas tareas de restauración y rehabilitación de las obras de la antigüedad. Jurídicamente, el concepto de «monumento» fue estableciéndose poco a poco en los distintos países a finales del siglo XIX.

Primero por apelaciones genéricas a la condición monumental; más tarde con la asignación en los presupuestos de partidas para su mantenimiento y con el nombramiento de comisiones de expertos y personal de la administración a su cuidado.

Luego por la aprobación de inventarios, registros y colecciones de elementos; y, finalmente, con la promulgación de leyes propias de protección y declaración de los «monumentos nacionales».

A continuación, te presentamos a los monumentos más raros que existen en diversos puntos de la tierra.

Fuente: Infobae