Una cucharacha, larvas de moscas, polillas y hasta un diente; estos son solo algunos objetos que los médicos encontraron dentro de los oídos de algunas personas.

Afortunadamente para ellos, la medicina pudo aliviar sus dolores y permitirles continuar con sus vidas como si nada hubiese pasado.

Aunque la experiencia de tener algo desconocido dentro del órgano auditivo no se pueda borrar fácilmente, estas personas vivieron para contarla.