A mediados de 1800 uno de los espectáculos que se presentaban en el circo era el “Freakshow” o show de fenómenos, formado por personas que tenían defectos de nacimiento o alguna característica peculiar.

Estas personas eran mostradas como típicos monstruos y fue tan grande su fama que muchos de los circos los llevaban por giras internacionales y hasta continentales.

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La mayoría de estas personas ingresó al mundo artístico cansadas ya de ser víctimas de las burlas de sus vecinos o conocidos. Como lo dijo una vez el hombre elefante: “Decidí unirme al circo porque ahí me iban a pagar por ser yo y no iba a recibir risas sino aplausos”.

Todos los integrantes de este show de rarezas tenían alguna alteración genética que les ocasionaba ciertas deformidades en su cuerpo, haciéndolas exóticas e inimaginables. Pues claramente no eran comunes, reales sí, totalmente, pero muy extraños.