Estos son algunos de los ámbitos en los que se está trabajando y para los que se esperan las novedades más radicales:

-Teletransporte: Las investigaciones sobre el bosón de Higgs, la partícula subatómica que podría explicar prácticamente todo el funcionamiento del universo, están dando lugar a descubrimientos colaterales sorprendentes. Uno de ellos es que, a niveles cuánticos, el cambio de lugar instantáneo (“teleportación”) no sólo es posible, sino frecuente.

-Cartografía genética: Gracias a los avances en nanotecnología y en análisis celulares, será posible hacer mapas genéticos completos de cada persona con facilidad desde el mismo momento del nacimiento. Esto permitirá detectar anomalías que en el futuro podrían conducir a enfermedades, de manera que su tratamiento sería más eficaz.

-Tratamientos para el cáncer sin efectos secundarios: Las nuevas técnicas en el desarrollo de fármacos, basadas en proteínas y anticuerpos con acción específica contra el problema que se pretenda solventar, conducirán a la reducción de los efectos tóxicos que en la actualidad tienen los tratamientos más agresivos, como la quimioterapia.

-Embalajes de celulosa: Las investigaciones con nanofibras de celulosa darán lugar a materiales muy similares al plástico, pero mucho más respetuosos con el entorno, al proceder de biomasa reciclable. En el futuro las industrias podrán utilizarlo con total garantía de calidad y los mismos costes, o incluso menores.

-Todo estará digitalizado: Desde la más grande maquinaria hasta el menor accesorio de uso personal. Los smartphones y tablets de hoy nos parecerán sistemas anticuados. Avances como los materiales semiconductores, los nanotubos de grafeno, las redes inalámbricas avanzadas o la conectividad 5G permitirán que cualquier aparato esté conectado a la red sin necesidad de cables. Y abarcará todo el planeta: se prevé que para 2025 todo el continente africano, incluso sus áreas más remotas, estará en la red global.

-Transporte aéreo eléctrico: Dos avances técnicos se unirán para permitir el desarrollo viable de aeroplanos con motores eléctricos. Por un lado, la mejora en la eficiencia y la capacidad de almacenamiento de las baterías. Por otro, el desarrollo de nuevos materiales de gran resistencia pero mucho más ligeros que los actuales. Estos cambios revolucionarán por completo la aviación.

-Energía solar: El continuo crecimiento de la población hará más necesario que nunca buscar fuentes renovables. Y los avances en la tecnología fotovoltaica y en los conocimientos sobre enlaces químicos y fotocatalizadores harán posible, por fin, que consigamos transformar la radiación que le llega al planeta en electricidad suficiente como para abastecer holgadamente a toda la humanidad.

-No más escasez de alimentos: El sueño del ser humano de disponer de una reserva suficiente de productos para comer parece cerca de cumplirse. Al menos, conflictos políticos aparte, técnicamente será posible para 2025. Los progresos en la ingeniería genética permitirán desarrollar plantaciones de cereales fuertes y resistentes a cualquier eventualidad meteorológica. Además, también se está avanzando en las técnicas de iluminación mediante LEDs, que permitirán cultivar en interiores.

-Se podrá prevenir la diabetes: Los conocimientos sobre el genoma humano permitirán encontrar los genes responsables de determinadas enfermedades. En los próximos años se avanzará en la manera de manipular estos genes para impedir que las dolencias se desarrollen. Así, problemas graves como la diabetes tipo 1 serán prevenibles y no requerirán tratamientos complejos.

-Menos casos de demencia: Investigar el genoma y las mutaciones genéticas también será útil para entender mejor la forma en que las enfermedades neurodegenerativas, como la demencia o el Alzheimer, afectan al cerebro y al sistema nervioso. Para 2025 la generación del Baby Boom posterior a la Segunda Guerra Mundial alcanzará los 80 años, lo que facilitará el estudio de unos males que afectan a la población de mayor edad. Las líneas de investigación actuales se centran en identificar los cromosomas patógenos que causan los daños. De aquí a una década se prevé que los conocimientos adquiridos y las mejoras en los sistemas de detección y prevención reduzcan el número de personas que sufre estos problemas.

Fuente: Yahoo.es