Aunque para algunos animales, esto significa mucho más que una simple apariencia diferente: muchos de ellos utilizan sus colores para camuflarse y ser invisibles para sus potenciales presas e incluso para ocultarse de sus depredadores.

Sin embargo, al no tener pigmento y tener su piel o pelaje blancos es mucho más difícil, o prácticamente imposible, para ellos mimetizarse con su entorno. Y para muchos, el hecho de que sus ojos no tengan pigmentación también significa que son más sensibles a la luz, ya que tienen una exposición excesiva a la luminosidad.

Uno de los más llamativos es el cocodrilo albino. Normalmente son verdes, lo que les permite mezclarse con el ambiente del pantano para acechar a sus presas. Sin embargo, el ser albino le impide cazar.

Otro caso es el alce albino. Normalmente, este ungulado se integra por tener una capa muy oscura, que lo hace casi invisible entre las maderas oscuras de su bosque. Sin embargo, el ser albino lo hace más visible para sus depredadores, como el lobo.

Fuente: Agencias