Qué ocurre exactamente en ellos es una incógnita para la gran mayoría de la humanidad, aunque hay teorías y especulaciones para todos los gustos. Aquí te enseñamos diez de esos sitios envueltos por un inquietante halo de intriga. Si alguna vez viajas por allí e intentas acceder, será a tu propio riesgo.

1. RAF Menwith Hill: Es una estación de la Royal Air Force, el ejército del aire del Reino Unido. Se encuentra en Yorkshire, al noreste de Inglaterra. Está muy extendido el rumor de que se usa como base para el sistema ECHELON, un programa concebido originariamente para espiar a la Unión Soviética, pero que ahora se emplea para seguir la pista a tramas terroristas y a narcotraficantes… aunque también puede captar cualquier tipo de comunicación privada y monitorizar las cámaras de seguridad.

2. Archivo Secreto Vaticano: Son 65 kilómetros lineales de estanterías que albergan unos 150.000 documentos de todo tipo, pero sólo una pequeña parte de ellos está disponible para el acceso de investigadores e historiadores, siempre previa autorización. El resto está restringido para uso particular del Papa.

3. Área 51: Se trata de una base militar estadounidense en Nevada. Se sabe que es (o ha sido) un aeródromo, pero oficialmente no se le ha establecido ningún propósito concreto, lo que ha dado lugar a muchas especulaciones: desde pruebas de armas experimentales hasta la investigación de presuntos contactos con extraterrestres. Es uno de los escenarios favoritos en todo tipo de teorías de la conspiración.

4. Oficina 39: En Corea del Norte existe (o eso se cree) una entidad aún más secreta. Se trataría de la Oficina 39, a la que se atribuye la tarea de garantizar la financiación de la nación mediante actividades ilícitas como la falsificación de divisas extranjeras, narcotráfico o fraude a gran escala en pólizas de seguros internacionales. La sede de este organismo estaría en algún edificio gubernamental en Pyongyang.

5. Mezhgorye: En la antigua Unión Soviética era frecuente la construcción de “ciudades cerradas”, en las que tenían su sede las fábricas de la industria militar secreta. Cuando cayó el régimen se desmanteló la mayoría de ellas, pero otras siguieron existiendo. Mezhgorye, en la república autónoma de Baskortostán (al sur, cerca de la frontera con Kazajistán), es una de las más famosas, con una población de 17 mil habitantes.

6. Depósito de oro del Banco de Inglaterra: El edificio se encuentra en pleno City de Londres. Tiene puertas acorazadas que se abren con llaves de casi un metro de longitud, a las que sólo tiene acceso una lista muy restringida (y confidencial) de personas autorizadas. En su interior se guardan las reservas de oro de toda la nación (y de algunos otros países), en una cantidad que asciende a unas 4.600 toneladas. Se estima que el valor de mercado de todo ese metal es cercano a los 200.000 millones de euros.

7. Club 33 de Disneylandia: En rigor, este sitio no es secreto: su entrada es bien visible, en una plaza del parque temático que la productora audiovisual tiene en Anaheim (California). Sin embargo, sólo pueden acceder al lugar los socios, y para asociarse hace falta superar una lista de espera de 14 años y pagar cuotas anuales de decenas de miles de dólares.

8. Metro-2 de Moscú: Se cree que en la capital de Rusia hay un segundo sistema de metro que discurre paralelo al de uso público, conectando sitios estratégicos de la ciudad como el Kremlin, los cuarteles del Servicio Federal de Seguridad, la sede central de las Fuerzas Armadas (Genshtab) y el aeropuerto, entre otros. Hasta el momento nadie ha encontrado la manera de acceder a él.

9. Bóveda de Coca Cola: En Atlanta, sede de las oficinas centrales de la compañía, está también el “World of Coca-Cola”, un museo sobre la historia de la empresa. Una de las principales atracciones del edificio es la cámara donde, dicen, se guarda la fórmula secreta de su afamado producto. El acceso está totalmente prohibido.

10. Centros de datos de Google: Existen 13 en todo el mundo: seis en los Estados Unidos, tres en Europa, tres en Asia y el último en Chile. Pero no se sabe exactamente cómo funcionan, puesto que quien entra en ellos debe firmar una cláusula de confidencialidad que le impide revelar ningún tipo de información.

Fuente: Yahoo.es