Roby Holt se pasó la mayor parte de su vida en su granja en Tennessee, Estados Unidos, criando a sus cuatro hijos, nunca tuvo ni el tiempo ni el dinero para poder viajar a la playa. Pero una organización que concede deseos a los ancianos la llevo a conocer el mar, en un viaje al golfo de México, por su 101 cumpleaños.

Holt rió y se estremeció cuando las frías aguas tocaron sus pies por primera vez y después pudo pasear por la arena por primera vez en su vida. Nunca había visto nada tan grande como el océano “Había oído hablar de lo maravilloso que era y quería verlo pero nunca había tenido la oportunidad”, dijo Holt.

Este viaje fue posible gracias a Brookdale Senir Living Solutions, la residencia de ancianos en la que vive en Columbia, Tennessee, y la organización The Whish Of A Lifetime que dedica a conceder deseos a personas ancianas.

Ruby Holt explicó como toda su vida la había dedicado a su granja de algodón y a criar a sus cuatro hijos, “Siempre había algo que hacer y no viajábamos mucho”.

Fuente: antena3.com