Es la primera vez en la historia que una nave está tan cerca de un cometa, algo que algunos expertos han comparado con la llegada a la Luna o con la misión japonesa Hayabusa, que en 2005 hizo pruebas de la superficie de un asteroide.

La sonda europea Rosetta se encontró en agosto con el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko tras un viaje de diez años a través del Sistema Solar para estudiar su origen en un momento en que el cometa todavía no está activo porque se encuentra a una distancia de 450 millones de kilómetros del Sol.

El aterrizaje se produjo en una zona llamada Agilkia, que está situada en una parte del cometa a la que le da el Sol porque el módulo se alimentará con energía solar.

Philae medirá el campo magnético del cometa y tomará pruebas, de hasta 30 centímetros de profundidad, de los materiales de la superficie del núcleo en la fase de máxima actividad, cuando se acerca al Sol.

La ESA va a estudiar en detalle el desarrollo de la coma del cometa, averiguar el agua que tiene dentro y la expulsión, ver qué tipo de agua es y si es como la de la Tierra, ya que en caso de que sea así fueron los cometas los que trajeron el agua a la Tierra.

La ESA también estudiará si hay moléculas complejas (origen de la vida) y si fueron los cometas los que pudieron haberlas traído también a la Tierra.

Fuente: EFE