Desde hace unas semanas se vienen registrando numerosos movimientos telúricos en la península, tanto en el norte como en el sur.

Hace diez días, el país sufrió un terremoto de igual magnitud que dejó siete muertos en la región de Emilia-Romagna. Las víctimas se produjeron al derrumbarse una nave industrial y una fábrica de cerámicas.

Estos episodios han hecho revivir a los italianos el trágico sismo de Los Abruzos del 6 de abril de 2009, cuando otro fuerte terremoto de 5,8 de magnitud provocó la muerte de 308 personas en L’Aquila.