Su impactante y desoladora imagen dio la vuelta al mundo de la mano de la portada de la prestigiosa revista ‘Time’. Aesha Mohammadzai se armó de valentía y mostró las consecuencias de sus intentos de escapar de un matrimonio de conveniencia: la mutilación de su nariz y sus orejas.

Con su gesto se convirtió en la imagen del sufrimiento que aún hoy viven miles de mujeres en su país, Afganistán, y en otras partes del mundo.

Han pasado ya cuatro años desde aquella portada y Aesha tiene 22 años y por delante está el reto de superar aquello de la mano de la cirugía a la que se ha sometido en Estados Unidos para reconstruir las partes que le fueron mutiladas.

Pese al profundo avance que estas intervenciones suponen para su vida, las personas cercanas a Aesha contaron a la candena CNN las dificultades que todavía tiene para llevar una vida normal. Sufre altibajos emocionales fruto de la perturbadora experiencia que sufrió y tiene problemas para aceptarse a sí misma.

“Cuando me cortaron la nariz y las orejas, me desmayé. En mitad de la noche sentía como si tuviera agua fría en mi nariz”, expresó la joven a la CNN.

Así lo recoge el ‘Daily Mail’, que también explica cómo la joven recibió asilo político en territorio estadounidense sin saber inglés, idioma que ahora sí conoce y gracias al que incluso ha podido recibir una educación acorde con su edad y sin que su sexo sea un impedimento, cosa que en Afganistán, a día de hoy, todavía es un reto.

Fuente: Contexto de Argentina