Desde el balcón de su apartamento, José Batista presenció, con impotencia y rabia, cómo en la madrugada de este viernes una muchedumbre saqueaba el negocio que su familia fundó hace 50 años en Petare, la favela más populosa de Venezuela.

A este comerciante de 48 años no solo le robaron todo el inventario de víveres, licores y charcutería. También se llevaron rebanadoras, pesos eléctricos y hasta los motores de las neveras donde refrigeraba la mercancía.

“Yo no vi hambre, yo creo que esto es vandalismo. Tú no veías aquí gente mayor saqueando, puro malandros (delincuentes), pura gente mala y lamentablemente no puedes hacer nada, no cuentas con el apoyo de nadie”, dijo a la AFP rodeado por neveras vacías.

Batista es propietario de uno de los ochos pequeños comercios que fueron asaltados la madrugada del viernes en un sector del barrio José Félix Ribas de Petare, enclave neurálgico del este de Caracas que alberga decenas de barriadas humildes, y donde se registró otra protesta hace unos días por falta de agua.

En la acera de enfrente, los dueños de una carnicería recogen los restos de una puerta de metal que fue desmantelada a golpes. “Nos robaron hasta los cuchillos”, comentó un empleado del establecimiento que pidió anonimato.

Vecinos que pasaban a estrechar la mano de los agraviados comentaban que en otros sectores del barrio los saqueos fueron más violentos. “Hay gente a la que no le dejaron ni una silla para sentarse”, comentó uno de ellos.

En los primeros cinco meses del año, el independiente Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social contabilizó 254 saqueos o intentos y 172 manifestaciones por falta de alimentos solo en mayo.

En abril, el gobierno de Nicolás Maduro creó los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) para distribuir bolsas de comida casa por casa y mitigar la escasez, que atribuye a una “guerra económica” de los empresarios.

Para la oposición, este mecanismo politiza el acceso a los alimentos, mientras que los comerciantes critican que la entrega de productos esté sujeta “a caprichos de los funcionarios”.

Los venezolanos están agobiados por una inflación de 180,9% (oficial) en 2015 y este año apunta a 700%, según el FMI.

Fuente: AFP