El general retirado del Ejército venezolano Ángel Vivas se atrincheró en su casa, un día después de que el presidente del país, Nicolás Maduro, ordenara su detención por incitar a la violencia en las protestas contra el Gobierno.

Medios locales mostraron imágenes del exmilitar con una ametralladora, aunque posteriormente a la llegada a su domicilio de otros periodistas sostenía en sus manos un megáfono a través del cual repitió su “derecho a la legítima defensa”.

Vivas fue acusado por el jefe de Estado de “entrenar” a los que cruzaron cables en las barricadas levantadas en algunas calles durante las protestas, contra los que impactaron algunos motoristas, como el que murió degollado la noche del viernes.

Maduro declaró posteriormente a un grupo de periodistas que Vivas “hoy tomó armas contra la República” y “subió un delito más grave aún de los que ya tenía y va a ser juzgado por eso”.

“Por muchas armas que tome, más temprano que tarde yo le recomiendo: prepárese para que se entregue en paz”, agregó.