“Se agotó el papel, volveremos”, fue la última portada de El Diario de Sucre, un pequeño medio regional que se convirtió en la víctima más reciente de la escasez en Venezuela.

Al periódico del noreste venezolano le precedieron anuncios similares de al menos cinco diarios en el interior del país por la falta de insumos, un efecto colateral de las restricciones gubernamentales para importar la materia prima.

“Dónde está más crítica la cosa es en los periódicos pequeños del interior, porque ellos no importan el papel directamente. Ellos lo compran a unos distribuidores de papel”, dijo el editor del diario pro opositor El Nacional, Miguel Henrique.

La situación es diferente con los periódicos grandes como el suyo, El Universal, Últimas Noticias, El Impulso y Panorama, aclaró, aunque adelantó que si las restricciones continúan el panorama podría cambiar.

Para David Natera, presidente del gremio que agrupa a los diarios venezolanos, Bloque de Prensa, las fallas obedecen a retrasos burocráticos como en las licencias que otorga el Estado para obtener dólares.