Médicos suecos reemplazaron en una niña de 10 años un vaso sanguíneo vital que estaba bloqueado usando por primera vez una vena creada en el laboratorio a partir de células madre de la propia paciente.

El exitoso trasplante, publicado en la revista médica “The Lancet”, marca un nuevo avance en la búsqueda de formas de crear partes del cuerpo humano en el laboratorio. El desarrollo podría abrir la puerta a los injertos provenientes de células madre para los pacientes con bypass cardíaco y en diálisis que carecen de vasos sanguíneos adecuados para una cirugía de reemplazo.

La ventaja de usar tejido creado con las propias de un paciente es que no hay riesgo de rechazo del órgano y, por lo tanto, tampoco necesidad de que la persona tome medicamentos inmunosupresores de por vida.

El nuevo caso involucró a una niña con la vena porta hepática obstruida. Esa vena drena la sangre de los intestinos y el bazo hacia el hígado. Su bloqueo puede resultar mortal.

El equipo de la Universidad de Gotemburgo tomó un trozo de 9 centímetros de la vena femoral de un donante fallecido y le quitó todas las células vivas, quedándose simplemente con un tubo de proteína que funcionó como carcasa para el nuevo injerto.

El nuevo vaso sanguíneo restauró inmediatamente el flujo normal de sangre, según indicaron los médicos, aunque luego de un año se estrechó y fue necesario un segundo injerto creado con células madre.

Fuente: Reuters