Joseph Ligon es uno de los cinco mil presos que hay en el estado de Pensilvania (USA). Cuando tenía 16 años fue condenado a cadena perpetua por matar a dos personas en Filadelfia. Hoy, con 79 años encima, las autoridades cambiaron su sentencia y ordenaron su libertad, pero él se niega a abandonar su celda.

La ONG Human Right Coalition precisó que en 1953, Joseph Ligon fue hallado culpable de matar a Charles Pitts y Jackson Hamm, pero él siempre dijo ser inocente. A pesar de eso las pruebas fueron determinantes y se convirtió en el criminal estadounidense que más tiempo ha permanecido encerrado.

Pero ahora la Corte Suprema de USA declaró como inconstitucionales las condenas de por vida a delincuentes juveniles, por lo que ordenó la liberación inmediata de Ligon.

La resolución de este organismo es independiente del crimen que haya cometido el menor y, además, se decidió que se aplicara con carácter retroactivo. Los argumentos legales defendían que condenar a un joven a pasar su vida en la cárcel, sin opción a salir en libertad condicional, era una violación a la octava enmienda de la Constitución, una demasiado cruel y poco común.

Pero Joseph Ligon no quiere libertad. “Su punto de vista está basado en que ha permanecido bastante tiempo en prisión y que, por lo tanto, no quiere que le concedan la libertad condicional, sino ser puesto en libertad directamente”, comentó un miembro de Defender Association of Philadelphia.

Ligon es uno de los 300 presos condenados a cadena perpetua en Filadelfia que podrían ser liberados según esta declaración.

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